Como cada año, en sus diversas circunstancias, los cristianos celebramos el Misterio de la Encarnacion del Hijo De Dios que vino a abrirnos las puertas de la Salvación, las puertas del corazón De Dios. Dios nos ama, nos acompaña y sueña con nosotros. Nos habla al corazón y nosotros le respondemos desde nuestro corazón. Por tanto, ¡abramos nuestro corazón a Dios y a los hermanos! Y entonces, con más distancia física o menos, con mascarillas o sin ellas, entonces, será NAVIDAD en nuestra vida.
Saludos y Feliz Navidad a todos/as.
Pepe Amalio